16.Agridulce

-Milan y Jacob-

    -¡Ya he llegado! - exclamó Jacob dejando caer las cosas al suelo y lanzando la cazadora sobre el sofá. Eran cerca de las dos de la madrugada y no se había cruzado con nadie en la Residencia. Todos parecían dormir así que decidió subir directamente al estudio que compartía con Milan. Echó un vistazo a la sala. Todo estaba recogido a excepción del escritorio que se encontraba enterrado entre papeles arrugados, libros y cuadernos de notas. Sonrió. Parecía que Milan se había pasado todo el fin de semana trabajando. Hasta ese momento no se dio cuenta de cuánto le había echado de menos esas dos semanas, y a la mañana siguiente tenía que volver a irse otra. Dirigió esperanzado la vista a la puerta entreabierta del dormitorio y vio que la luz estaba encendida. ¡Aún debe de estar despierto! Con un nuevo ánimo se dirigió hacia la habitación. La luz provenía de una de las lámparas situadas junto a la cama y sobre ésta Milan dormía con un libro abierto aún en las manos. Me ha estado esperando. Una punzada de culpa. Le había prometido que llegaría pronto esa noche. Pero las cosas no siempre salían como uno quería. Recogió el libro y le quitó las gafas que descansaban torcidas sobre sus ojos, dejándolas sobre la mesita. Le observó el rostro dormido unos segundos antes de apagar la luz y cuidadosamente se acostó a su lado. Observaba el oscuro techo. De repente ya no estaba cansado. Una sensación agridulce le inundaba. Hubiese dado cualquier cosa por llegar antes y ver la sonrisa que le dirigía siempre que llegaba. De pasar toda la noche charlando y riendo, de besarle… ¡Bueno, la semana que viene le compensaré! Pero con esto no engañaba a su conciencia. Suspiró y cerro los ojos intentando dormir. De repente notó un peso sobre su hombro y un brazo que le rodeaba la cintura. Unos cálidos labios descansaban cerca de su cuello. Bienvenido, susurró con somnolienta voz Milan antes de volver a quedarse dormido. Gracias, respondió Jacob más para él que para su compañero, y abrazándole él a su vez cayó dormido en cuestión de segundos.